lunes, 27 de mayo de 2013

Los nuevos plateros de Potosí

Las crónicas coloniales de Potosí se refieren a la ciudad superpoblada cuyas calles estaban revestidas de adoquines de plata. Además, cuentan acerca de los múltiples artículos del metal precioso, llenos de fina filigrana, que adornaban las casas solariegas de los ricos azogueros.

Por esas mismas angostas vías, durante las procesiones de la Virgen y de los santos católicos, había una profusión de objetos del argentífero mineral: cucharas, llamas (“carneros de la tierra”), aguamaniles, soperas, etcétera. Hasta el más común de los adminículos era de plata, lo que revelaba la riqueza de la Villa Imperial de Carlos V y también el delicado arte de los plateros coloniales.

Pero hoy por hoy la producción minera se caracteriza por extraer la materia prima, la plata, que es enviada “en bruto” al exterior, donde se le da un valor agregado que no beneficia al país.

Una forma de remediar este enfoque extractivista es dar un salto hacia el desarrollo de industrias locales. La Empresa Minera Manquiri, en coordinación con el Gobierno Autónomo Municipal de Potosí y la Fundación Autapo (Fautapo), dio un pequeño pero significativo paso en esta dirección y creó la Escuela de Platería de Potosí.

Los nuevos plateros

La Escuela de Platería nació en 2011, cuando la Cámara de Artesanos de Potosí solicitó la creación de un centro de enseñanza en el que se pudieran aprender las diferentes operaciones relacionadas con la transformación de plata en joyas y artesanías.

Como Manquiri quiere impulsar la industria de la platería y además hay un gran mercado, tanto nacional como internacional, para las joyas, se respaldó esa iniciativa, explica el gerente de la compañía minera, José Farfán Chávez.

Así se eligió a siete especialistas en el oficio que fueron los instructores y facilitadores de los distintos módulos. Los maestros provenían de Cochabamba y La Paz, además de los potosinos que formaban parte de la Cámara de Artesanos de la Villa Imperial.

Los capacitadores transmitieron sus conocimientos en siete módulos, en los cuales los alumnos aprendieron las operaciones de forjado, matricería, vitrofusión, aplicación de esmaltes, filigrana, diseño, cincelado y repujado.

Las actividades de la escuela comenzaron en 2012 con 12 alumnos, quienes asistieron a cada uno de los siete módulos; cada uno de ellos contó con una carga de 100 horas pedagógicas.

El proceso de formación concluyó en marzo de 2013. Los egresados obtuvieron un título como técnicos auxiliares en platería, informó Farfán. Un acuerdo entre la Alcaldía potosina y el Servicio Departamental de Educación permite que los títulos conferidos tengan pleno reconocimiento oficial.

La escuela funcionó en el ingenio Ichuni, situado en la parte baja de la urbe potosina, y la administración estaba a cargo del municipio.

A Manquiri y la Alcaldía potosina, que impulsaron el proyecto desde un inicio, se plegó después Fautapo, que se ocupó de la provisión de máquinas especializadas para la formación de los artesanos en joyería.

Lingotes de plata pura

Si antes, en la Colonia, era el rosicler, ahora la materia prima de los nuevos plateros de Potosí consiste en el metal precioso obtenido por Manquiri. Se trata de lingotes con una pureza del 99,96%. El proceso de fundición se realiza en una sola planta ubicada detrás del Cerro Rico de Potosí.

“Nuestro producto final es el lingote. Manquiri es una de las pocas empresas en Bolivia que obtiene el producto final”, sostiene Farfán.

La siguiente meta de la escuela consiste en obtener certificaciones. “Se debe buscar cumplir con normas internacionales”, sostiene el ejecutivo.

Para el proceso de enseñanza de 2013, que comenzará en las próximas semanas, ya hay 60 alumnos inscritos.

¿Significa esto el resurgimiento de un oficio tan venerable como admirado, pero que además puede representar excelentes ingresos para los artesanos?

En México, por ejemplo, Taxco, un reservorio argentífero hoy agotado, ha logrado reflotar gracias a la artesanía de la plata hábilmente combinada con el turismo; impresiona su arquitectura virreinal. Pero, de lejos, Potosí tiene mayor historia, tradición y legado arquitectónico. Y ahora una renaciente platería.

Luego de concluir su capacitación, los promocionados de la escuela tienen plena capacidad para desarrollar sus propios emprendimientos. “Ahora depende de ellos comenzar a trabajar”, explica Farfán.

Agrega que el acto de promoción fue celebrado el 1 de abril, aniversario de la fundación de Potosí acontecido en 1545, y contó con una masiva asistencia. En el mismo, el presidente de Manquiri entregó cinco medallas de plata a las autoridades presentes, las cuales conmemoran el bicentenario del Grito Libertario de Potosí de 1810.

Manquiri

La Empresa Minera Manquiri fue creada en 1998, cuando efectuó prospecciones en las faldas del Cerro Rico, donde se encuentran los denominados pallacos.

El pallaco es un material con contenido de plata, que se ha depositado en varios siglos de manera natural, es decir, por efecto de la erosión, el viento, etcétera.

El objetivo de Manquiri fue trabajar en los pallacos y en 1999 nació el proyecto San Bartolomé, que incluye el minado de todo este material.

La empresa sólo realiza operaciones con los pallacos, pero no con los denominados desmontes que son el resultado de las labores de extracción en la mítica montaña.

Por el momento, sólo desarrolla operaciones en el Cerro Rico. En dichas labores trabajan entre 750 y 800 personas, de las que 340 son empleados y el resto, contratistas. Los empleos indirectos que genera la minera rondan los 2.500, entre albañiles, transportistas y comerciantes, entre otros.

En el futuro espera explotar sus concesiones auríferas en el sector de Río Blanco, cerca de Cotagaita, en la provincia Nor Chichas de Potosí. Actualmente la empresa gestiona la autorización de los comunarios del lugar.

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