domingo, 8 de julio de 2012

Alandia y el grupo Anteo impulsaron del muralismo en Bolivia

El muralismo en Bolivia tiene dos líneas, explica José Bedoya, curador del Museo Nacional de Arte. Una, representada por Miguel Alandia Pantoja, que comenzó su labor a fines de los 40 en La Paz y otra, impulsada por Wálter Solón Romero en Sucre, con la formación del grupo Anteo, que comenzó su trabajo en los 50.

Alandia Pantoja inició su obra muralística “en 1952, a invitación de Víctor Paz Estenssoro. Es cuando pinta el mural Historia de la mina, en el hall del Palacio de Gobierno en La Paz. La obra fue destruida en 1965, por el Gobierno de Barrientos Ortuño, junto a otros murales suyos en el Parlamento y en la Cancillería”, se lee en el diccionario cultural boliviano.

El grupo Anteo estuvo formado por pintores, escritores, poetas e intelectuales que contribuyeron en el desarrollo del arte contemporáneo del siglo pasado. Además de Solón, en este grupo estuvieron los muralistas Gil y Jorge Imaná y el pintor Lorgio Vaca, entre otros.

A decir de Bedoya, el muralismo boliviano responde a la lógica del mexicano, que tiene un componente social. “Dentro de esa corriente, busca cuestionar a la población y documentar los procesos revolucionarios”, explica.

Los temas que abordan estos murales casi siempre tienen que ver con los derechos humanos, los derechos laborales y la historia del país.

Además de Alandia Pantoja y el grupo Anteo, Bedoya identifica otros muralistas contemporáneos que también son importantes. “Está, por ejemplo, Roberto Berdecio; aunque no hizo murales en Bolivia, participó del movimiento muralísta mexicano”, explica.

Según Bedoya, Berdecio tenía que hacer un mural en el Edificio Litoral, en el muro que da a la avenida Mariscal Santa Cruz, “lo llegó a dibujar pero finalmente no se hizo”, cuenta.

Otro de los representantes fue Óscar Pantoja, hermano de Miguel Alandia Pantoja, quien también realizó algunos murales, entre ellos uno que se encuentra en la Biblioteca de Tarija y otro que pintó en La Paz y que se encuentra en el Ministerio de Justicia,

El mural en Bolivia
Obras En su estudio “ Memoria de un olvido: El muralismo bolivano, el sociólogo Fernando Calderón estima que entre el Grupo Anteo y Miguel Alandia Pantoja produjeron más de cincuenta murales, de los cuales aproximadamente catorce pintó el primero y doce el segundo.


Temáticas Según Calderón, los muralistas opinaron con gran fuerza sobre los variados significados de la historia, la revolución y su futuro.




Punto de vista
Elías blanco, autor del Diccionario Cultural BolivianoJuan Rimsa (Svedasal, Lituania, 1903 – S. Mónica, EEUU, 1978) llegó a Bolivia en 1936. Luego de vagar un tiempo por Europa, llegó a Brasil para trabajar como artista pero esto no se pudo concretar porque lo llevaron con engaños y acabó como zafrero en una de las tantas plantaciones de Mato Grosso.

De Brasil, logró escapar a Argentina donde conoció a Pío Collivadino, el director de la Academia de Bellas Artes de Buenos Aires, quien lo incorporó a la institución. Allí, siguió la carrera hasta 1934.

Llegó a Bolivia en 1936 y en los años siguientes, en 1943, fue invitado para ser director de la Academia de Artes Zacarías Benavides, cargo al que renunció en 1944 para crear su Curso Superior Rimsa, taller al que se incorporaron Juan Ortega y los hermanos Imaná, entre otros artistas.

Estuvo en La Paz por corto tiempo; en realidad, su centro de operaciones era Sucre, pues él cubría los gastos del aprendizaje de los alumnos. Se trasladaba a La Paz en busca de financiamiento para el curso y daba clases. De hecho, fue profesor de María Luisa Pacheco y María Esther Ballivián.

Lo interesante de Rimsa es que ha sido un amante del arte y su divulgación, a tal grado que les decía a sus alumnos que dejen el colegio por tres meses para dedicarse íntegramente al arte.

Además de formar a figuras importantes de la pintura en Bolivia, este artista ha marcado escuela, pues en su obra trabaja los colores vivos, tendencia que hoy se puede detectar en otros creadores. Además, nos ha dejado su obra.

Este artista ha sido uno de los vanguardistas, pues en su pintura aborda la temática andina, incluso antes que Arturo Borda.

De su trabajo, hoy podemos apreciar algunas piezas en el Museo Nacional de Arte. La familia de la poetisa Yolanda Bedregal también tiene cuadros del pintor lituano, pues hubo una amistad intensa entre ellos. De hecho, él pintó a Yolanda Bedregal.

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